Evolución Constructiva
Para comprender la evolución del Castillo de Guimarães desde su fundación por la condesa Mumadona Dias en el siglo X hasta el día de hoy, se transcribe a continuación, con la debida autorización, un texto de Mário Jorge Barroca y Luís Carlos Amaral sobre la evolución constructiva del Castillo de Guimarães (léase Mário Jorge Barroca; Luís Carlos Amaral – Castelo de Guimarães: Livro – Guia do Centro Interpretativo. Guimarães: Associação de Amigos do Paço dos Duques de Bragança e Castelo de Guimarães, 2016).
EL ORIGEN DEL CASTILLO
El Castillo de Guimarães aún no se menciona en el reparto de bienes entre la condesa Mumadona Dias y sus hijos, firmado el 24 de julio de 950. Pero ya se menciona a finales de ese mismo año, en un documento donde el Monasterio de Guimarães se encuentra bajo la autoridad de Mons Latito (o Monte Largo). Unos años más tarde, en 968, Mumadona Dias revelaría que lo había hecho construir para proteger el Monasterio de un ataque de “gentios” (probablemente normandos).
FASE CONSTRUCTIVA I – FASE CONDAL (Siglo X)
El primitivo Castillo de Guimarães, construido por Mumadona Dias, en la segunda mitad del 950, es un ejemplo clásico de los llamados “castillos condales”. Sin embargo, no disponemos de restos arqueológicos de esta primera estructura. El castillo debió haber sido construido entre las rocas, usándolas para mejorar las condiciones defensivas, y construido en madera, un material perecedero que deja poca evidencia.
FASE CONSTRUCTIVA II – FASE CONDAL (Siglo XI)
A finales del siglo XI, el Castillo de Guimarães sufrió una profunda reforma, de la que quedan vestigios en las primeras hileras de piedras del muro que da al Campo de S. Mamede. Esta fase se construyó con piedras de gran tamaño, muy diferentes a las utilizadas en fases posteriores. La alineación de estos restos revela un castillo con un patio casi coincidente con el actual, de planta redondeada, pero que no llegaba a ninguno de los extremos de la estructura actual. Este castillo no tenía torre de homenaje ni torreones. Se trataba, por tanto, de un sencillo patio rodeado por un muro, con una o dos entradas. Fue este castillo el que conocieron los condes Henrique y Teresa.
FASE CONSTRUCTIVA III – FASE ROMÂNICA (Siglo XII)
En el siglo XII, en la época de Afonso Henriques, el Castillo sufrió una reconstrucción y ampliación. El nuevo muro, que integró partes de la estructura condal anterior en la base, utilizó sillares más pequeños que los de la Fase II. El nuevo castillo recorría el perímetro amurallado de la fortificación actual, pero aún carece de torreones o de torre de homenaje. La muralla románica estaba coronada por un adarve (o camino de ronda), un poco más bajo que el actual camino de ronda. Hay vestigios de este primero adarve en casi todas las murallas.
FASE CONSTRUCTIVA IV – FASE GÓTICA (Siglos XIII-XIV)
En el reinado de Afonso III o de Dinis (segunda mitad del siglo XIII o principios del XIV), cuando se estaban construyendo las murallas urbanas de Guimarães, el Castillo de Guimarães sufrió una nueva intervención. Esta Fase IV fue muy importante: se construyeron los ocho torreones adyacentes a la muralla, se introdujo la torre del homenaje y se elevó un poco la muralla. Las obras de esta fase utilizan piedras con marcas de cantero. Fue, por tanto, con esta intervención, que el Castillo de Guimarães finalmente adquirió el aspecto que tiene hoy.
FASE CONSTRUCTIVA V – PALACIO DEL ALCAIDE Y BARBACANA (Siglo XV)
Ya en el siglo XV se introdujeron dos nuevas estructuras. En el interior del castillo se construyó el Palacio del Alcaide, que constaba de cuatro plantas (las dos primeras, contiguas a la muralla, para las zonas de servicio; las dos superiores, apoyadas al adarve y elevándose sobre él, para la zona residencial). En el exterior del Castillo, junto a la muralla en la zona que da al Campo de S. Mamede, se erigió una barbacana. Hoy no hay vestigios de ella, pero el Plan de Guimarães, de c. 1570, aún lo registra en su totalidad. En trabajos arqueológicos recientes han aparecido vestigios de sus cimientos.
DECAIMIENTO
Desde principios del siglo XVI, el Castillo de Guimarães perdió interés e importancia estratégica. Y con el desinterés militar, llegaron los años de decadencia. Desde 1664/1666, su piedra se utilizó para la construcción de nuevos espacios, lo que dictó la demolición de algunas estructuras, como el Palacio del Alcaide y la Barbacana. Y entre 1692 y 1895 sirvió como prisión.
RESTAURACION
En la segunda mitad del siglo XIX, los vimaranenses (habitantes de Guimarães) comenzaron a mirar el antiguo castillo con una sensibilidad diferente. Clasificado como Monumento Nacional en 1881, fue objeto de una profunda restauración bajo la responsabilidad de la Dirección General de Edificios y Monumentos Nacionales (1936-1937), habiendo sido inaugurado el 4 de junio de 1940, en la ceremonia que marcó el inicio de las Conmemoraciones de los Centenarios de la Fundación de Portugal (1140) y de la Restauración (1640). Hoy, está incluido en el área de Guimarães clasificada como “Patrimonio Cultural de la Humanidad” (2001).
RENOVACIÓN Y CREACIÓN DEL CENTRO DE INTERPRETACIÓN
En 2015 se inauguró la primera fase de las obras, que incluyó la recalificación del patio del castillo y la creación de pasarelas y protecciones en la fachada de la fortificación. La segunda fase, que abarca la recuperación del espacio interior de la Torre de Homenaje y la instalación de un pequeño Centro Interpretativo, se inauguró un año después, simbólicamente el 24 de junio de 2016 (el 24 de junio de 1128 ocurrió la Batalla de S. Mamede, y es considerado el Día Uno de Portugal.