Historia
En el siglo X, tras quedar viuda del Conde Hermenegildo (o Mendo) Gonçalves, la Condesa Mumadona Dias asume el gobierno de la Comarca Portucalense y toma dos medidas muy importantes: funda, en la parte baja de Guimarães, el Monasterio de Santa María (alrededor del año 950) y, en la parte superior, un castillo, llamado Castillo de S. Mamede (entre los años 950 y 957).
La construcción de este castillo fue necesaria para defender el Monasterio de reciente construcción y las poblaciones que, mientras tanto, se iban asentando junto a estos dos edificios. La construcción de este Castillo fue también una forma de afirmar su poder ante los demás señores feudales. Un diploma que marca la entrega del Castillo de S. Mamede al Monasterio de Guimarães, el 4 de diciembre de 968, es la primera referencia conocida a esta fortificación.
La Condesa Mumadona Dias funda en Guimarães, en el siglo X, dos edificios de gran importancia, ya que están en el origen de la ciudad de Guimarães que conocemos hoy: el Monasterio de Santa María y el Castillo de S. Mamede, así designado en el Testamento de la Condesa.
Como dice el historiador Mário Jorge Barroca, el castillo de esta época sería muy diferente al que conocemos hoy, ya que eran obras incipientes, los torreones eran raros y las torres de homenaje no se conocían, requiriendo muchas veces la remoción de terrenos para crear grandes desniveles.
El Castillo ha sufrido numerosos cambios, teniendo poco que ver su configuración actual con su forma original. De hecho, con el Conde Henrique se llevaron a cabo algunas reformas y, según Mário Barroca, hay supuestos vestigios de la época de este Conde. Más tarde, en el siglo. XIII / XIV, con el rey Dinis, se construyó la torre de homenaje y se erigieron los ocho torreones que flanquean la muralla del castillo. Otras reformas posteriores se llevaron a cabo durante el reinado de João I, definiéndose aquí la última forma del castillo.
También es interesante el hecho de que el Castillo de Guimarães es el primer castillo portugués que tiene registros fotográficos que nos muestran la estructura tal como era en el siglo. XIX. Estas fotografías son de Frederick William Flower, un comerciante inglés que vivió durante algunos años en Oporto, que fue pionero en el uso de la técnica fotográfica.
Tras siglos de abandono y ruina, el Castillo fue objeto de una imperativa restauración, realizada en los años 30 del siglo XX, por la extinta DGEMN – Dirección General de Edificios y Monumentos Nacionales. El objetivo de estas obras de mejora era rehabilitar el lugar más emblemático de la castellología nacional.
El Castillo de Guimarães es Monumento Nacional desde 1910.