Espingarda
Autor: Desconocido
Centro de fabricación: Desconocido
Datación: Siglo XVIII
Materia: Metal y Madera
Dimensiones (cm): 16,5 x 9,3 x 78
Peso: 3843 g
N.º de inventario: PD1060
Espingarda con cierre de pedernal y cañón acampanado. Se trata de un arma corta con un cañón facetado exteriormente. Tiene una correa de suspensión en el cinturón y una barra de metal.
Este tipo de arma apareció a principios del siglo XVII y dio lugar a una expresión que todavía se utiliza hoy en día: «pegar el cartucho» (en lenguaje popular, «morir»). La expresión alude a la acción mecánica del disparo. La recámara es la parte cóncava del mecanismo del arma de pedernal donde se colocaba la pólvora.
Con el desarrollo de la organización de la Infantería, el soldado, al recibir la orden de cargar el arma, sacaba el cartucho de la vaina, rompía el casquillo con los dientes y vertía parte de la pólvora en la recámara. La pólvora que quedaba se vertía en el cañón del fusil junto con el proyectil y se comprimía con la ayuda de la varilla.
Tras apretar el gatillo, el martillo se movía en arco y la piedra de pedernal, sujeta al extremo del martillo, raspaba el rifle, provocando chispas. Estos detonan la pólvora en la cámara de detonación y desencadenan el disparo del proyectil.
