Horario: 10:00 - 18:00

PDdep0020

Alegoría a los Vicios y Virtudes
Autor: Desconocido
Centro de Fabricación: Desconocido
Datación: Siglo XIX (?)
Materia: Óleo sobre lienzo
Dimensiones (cm): 91,2 x 121,7
N.º de Inventario: PDdep0020

Este cuadro parece representar una fiesta.

En primer plano aparece un grupo de cinco chicas jóvenes, bien vestidas y adornadas con joyas y encajes. Las jóvenes del lado derecho están sentadas de espaldas a una pequeña mesa cubierta con un mantel blanco, bien compuesta y decorada con un pavo real colocado en el centro, que simboliza la vanidad y a la vez la inmortalidad o el sol. Una de las muchachas toca el laúd, otro bebe de un cáliz de vidrio y oro y otra duerme con la cabeza sobre un brazo apoyado en la mesa. En el fondo, otra se alimenta, mientras que la última chica está de pie y se mueve sobre un suelo lleno de pequeños objetos que están esparcidos por el suelo: naipes (que simbolizan la lucha o el combate), dos máscaras (que simbolizan la falsedad y el engaño) y varias lámparas o candiles volcados sobre el suelo (que expresan simbólicamente la falta de vigilancia, la luz y la palabra de Dios).

En el fondo del cuadro, podemos ver una especie de ábside de iglesia y dos ancianos vestidos con ropas grises, uno de ellos con una caja de limosnas colgada del cinturón. Abren la cortina de la entrada del templo y miran hacia fuera.

En el fondo, a cada lado del cuadro, aparece Cristo resucitado. El de la derecha extiende su mano derecha hacia las personas que se acercan y recibe el bien. Estos últimos llevan una vela encendida en la mano, que simboliza la luz y la palabra de Dios. El de la izquierda del cuadro, aparta a los malévolos de abajo, que levantan las manos pidiendo ayuda y quizás perdón.

El origen de estas virtudes es muy antiguo. El tema se menciona en la Santa Biblia, en el Libro de la Sabiduría (capítulo 8, versículo 7): “Y si alguien ama la justicia, tiene como fruto las virtudes, pues enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza. Y no hay nada más útil que esto para los hombres”.

Las cuatro virtudes cardinales y las tres virtudes teologales son las siguientes: la prudencia, la fortaleza, la templanza, la justicia, la fe, la caridad y la esperanza y, por otro lado, los siete vicios correspondientes a la falta de esas virtudes son la necedad (o comportamiento frívolo), la inconstancia, la ira, la injusticia, la infidelidad, la envidia y la desesperación.

Objeto museológico (Alegoria aos vícios e virtudes)