PNA66705

Una Ofrenda a Ceres
Autor: Dirck van Baburen
Centro de fabricación: Utreque, Países Bajos
Datación: Siglo XVII
Material: Óleo sobre lienzo
Dimensiones (cm): 173 x 130
N.º de Inventario: PNA66705

La obra de Dirck van Baburen consiste en escenas religiosas y de género. Estudió con Paulus Moreelse en Utrecht. En Italia, sus mecenas fueron Vincenzo Giustiniani y el cardenal Scipione Borghese. La obra de Van Baburen muestra la influencia de Caravaggio y el uso teatral del claroscuro.

El efecto de zoom del italiano, que representa a los sujetos a media distancia, rellenando la imagen, también inspiró las composiciones dramáticas de Van Baburen. De vuelta a Utrecht, siguió pintando en el mismo estilo, trabajando con Hendrick Ter Brugghen.

Van Baburen, Ter Brugghen y Gerard van Honthorst pasaron a ser conocidos como «Los Caravaggistas de Utrecht”.

En la mitología romana, Ceres es la diosa de la agricultura y la fertilidad, pero también se la conoce como la diosa de las plantas que brotan (especialmente el grano), los cereales, los ciclos anuales de la tierra y el amor maternal. Se dice que enseñó a los hombres a arar, plantar y cosechar y a las mujeres a moler el trigo y hacer pan. En la mitología griega, su equivalente es Deméter.

Ceres era hija de Saturno y Cibeles y hermana de Júpiter, Juno, Vesta, Plutón y Neptuno. Con su hermano, Júpiter, concibió a Proserpina (personificación de los ciclos anuales) y con el mortal Iasus concibió a Plutón (personificación de la abundancia).

La leyenda cuenta que fue adoptada por los romanos, en el año 496 a.C., durante una devastadora hambruna. Los libros sibilinos (recopilación de oráculos griegos) fueron consultados y aconsejados para introducir los cultos de Dionisio y Deméter. Por lo tanto, todas las leyendas de Ceres son meras transcripciones de las leyendas de Deméter.

Según la mitología, Plutón, el dios de las tinieblas y hermano de Ceres, se enamoró perdidamente de Proserpina y se la llevó a su reino, los infiernos. Desesperada, Ceres vagó por la tierra sin cesar en busca de su hija. Enfurecida e incapaz de aceptar su pérdida, ordenó que la tierra se secara, condenando al mundo a perecer por falta de alimento. Debido a la intervención de los dioses del Olimpo, Ceres y Plutón llegaron a un acuerdo: Proserpina viviría con su madre durante un periodo del año y, en el otro, volvería con su marido.

Este mito representa los ciclos anuales de la tierra. El primer periodo corresponde a la primavera, cuando los granos brotan, dejando la tierra como Proserpina. La segunda corresponde al otoño, cuando se siembran los granos, justo cuando Proserpina regresa al inframundo.

La diosa Ceres era honrada por la población romana en la fiesta de los Cerealia o «Juegos de Ceres» (Ludi Ceriales), instituida en el siglo III a.C. y que se celebraba anualmente del 12 al 19 de abril (día de la cosecha del trigo).

En el arte, Ceres es representada con un cetro, una corona hecha de espigas de trigo y una cesta con flores y frutas.