Historia: El origen se remonta a 1420
El Palacio de los Duques fue construido por Afonso, el octavo conde de Barcelos (y más tarde el primer duque de Bragança), hijo ilegítimo del rey João I y de Inês Pires Esteves. Su construcción tuvo lugar entre 1420 y 1433.
Aunque ilegítimo, Afonso siempre recibió el apoyo de su padre, João I, fundador de la dinastía de Avis, quien le hizo importantes donaciones. En 1401, Afonso se casa con Beatriz, hija del Condestable Nuno Álvares Pereira, fecha a partir de la cual pasa a ostentar el título de octavo Conde de Barcelos.
La construcción del Palacio se habrá iniciado ca. 1420, fecha del segundo matrimonio de Afonso, con Constança de Noronha, hija del Conde de Gijón.
Afonso viajó por Europa en compromisos diplomáticos y por iniciativa personal. Estuvo en Inglaterra, Escocia, España, Francia e Italia, habiendo participado también en campañas militares en Ceuta. Estos viajes influyeron, sin duda, en su forma de vivir y de ver el mundo y influyeron, también, en la forma en que construyó su Palacio en Guimarães.
Fue en 1442 cuando su hermano, Pedro, entonces regente del reino, le otorgó el título de duque de Bragança, dando inicio a una de las casas señoriales más ricas y poderosas de la Península Ibérica: la Casa de Bragança.
Tras la muerte de Afonso (1461), la duquesa viuda continuó residiendo en el Palacio, hasta que falleció, en 1480, diciendo la tradición que aquí creó un espacio para la acogida de enfermos y necesitados.
Se cree que, durante el siglo XVI, el Palacio todavía fue utilizado como residencia de los duques de Bragança, habiendo entrado casi inmediatamente después, gradualmente, en una fase de abandono y consecuente ruina. Prueba de este abandono es la autorización otorgada a los monjes capuchinos de Guimarães, en 1666, para quitarle piedra para la construcción de su convento.
En el siglo XIX, durante las invasiones francesas, el Palacio fue adaptado a Cuartel Militar. En el siglo siguiente, bajo el régimen del “Estado Novo”, se reconstruye el Palacio de los Duques, una obra que inicialmente estuvo a cargo del Arquitecto Rogério de Azevedo.
Esta intervención ocurrió entre 1937 y 1959, siendo el palacio inaugurado el 25 de junio de 1959, convirtiéndose en la Residencia Oficial del Presidente de la República en el Norte de Portugal.