Colección

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Colección: Riqueza y diversidad

Entre 1937 y 1955 se desarrolló el proyecto y las obras de recalificación del Palacio de los Duques, sin que, sin embargo, quedara bien definido el fin al que estaba destinado.

En 1955, muy cerca ya del final de esa recalificación, se crea la denominada «Comisión del Mobiliario» con el fin de amueblar el Palacio como si fuera una casa y se pudiera utilizar para funciones oficiales y representativas del Estado.

En una «memoria descriptiva» con fecha de 1956, el arquitecto Luís Benavente resume la forma en que se entendió la recalificación del Palacio, explicando también a qué función había sido destinado el edificio.

Allí aclara que se intentó recrear un Palacio del siglo XV, pero como el edificio no solo estaría destinado a ser visto, pero también a ser vivido, había sido necesario crear espacios que no existían en la época medieval. Por otro lado, y dado que sería difícil adquirir una colección de la época en que se fundó el Palacio (siglo XV), decidió amueblarse con objetos provenientes de otros Museos y Palacios, completándose, siempre como excepción y no como norma, con réplicas de piezas originales.

El Palacio de los Duques, después de su recalificación, pasó a tener una doble función: un lugar de visita abierto al público y la de Residencia Oficial del Presidente de la República.

Las colecciones se componen de piezas adquiridas principalmente en la década de 50 del siglo XX y otras provenientes de las colecciones de varios museos nacionales portugueses.

Las piezas expuestas «amueblan» los distintos espacios de exposición permanente creando en el visitante la idea de que está visitando una «casa». Son piezas producidas principalmente en los siglos XVII y XVIII. El visitante puede, así, disfrutar de una excelente colección de obras de arte donde están representadas las siguientes colecciones: tejidos, cerámica, pintura, mobiliario, esculturas y armas, además de uno u otro objeto evocador de otras artes.

Lo importante era que el edificio se utilizase, porque con la falta de uso se podría «depreciar» y abandonar. Por su importancia, el texto mencionado se transcribe a continuación:

«Para resolver la forma de amueblar el Palacio de los Duques de Bragança, en Guimarães, primero fue necesario establecer una concepción sobre la forma […].

Por fortuna, no tiene de prepararse este Palacio solamente para ser visto pero esencialmente para ser «vivido». Esto permite la determinación de la función de dependencias que no existían en la época de los fundadores, como los comedores, y el ordenamiento según los métodos actuales, de las que les deben ser subsidiarias. Pero esta no es la única ventaja, hay sobre todo otra, más importante, que es la de no ser posible reconstruir, salvo a expensas de grandes gastos y dificultades casi insuperables, ambientes de esa época, teniendo moldes aceptables, para tan grande conjunto. Además, la finalización de las obras obliga a la utilización de un edificio tan importante, cuya depreciación sería inmediata y consecuencia de la falta de destino, o de su cierre.

El aspecto práctico de la utilización, permite avanzar en la época y en la forma del decorado, de manera que se llegue a un período dentro del cual es posible, utilizando una base que nos proporcionan los museos, sus depósitos y Palacios, punto de partida para el resto. Confiamos absolutamente en esta base porque hay en ella materia de éxito, como hemos visto en los arreglos temporales ya realizados y en los que ahora deja de participar lo que por su frivolidad no lo merezca.

No queremos considerar que todo ocurrirá dentro de una rigidez integral y que una vez que la disposición interior del Palacio haya comenzado a establecerse, en su desarrollo, no se verifique un mejor encaje en otro lugar, especialmente en presencia de adquisiciones u otros ejemplares, que vengan a participar en la decoración.

Las piezas auténticas ocupan el lugar más importante entre los objetos con los que se amueblará el Palacio de los Duques de Bragança en Guimarães. Pero, las cien sillas del gran comedor tendrán que ser replicadas, según el modelo que se considere oportuno. […]»
Luís Benavente (Lisboa, 25 de junio de 1956).

Tejidos

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Cerámica

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Pintura

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Mobiliario

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Escultura

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Armas

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Varia

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