Horario: 10:00 - 18:00

MNAA477

Degollación de San Juan Bautista
Autor: Desconocido
Centro de Fabricación: Italia (?)
Datación: Siglo XVII
Materia: Óleo sobre lienzo
Dimensiones (cm): 181 x 240
N.º de Inventario: MNAA477 / PD0254dep

El 29 de agosto se celebra el Día del Martirio de San Juan Bautista. Aparte de la Virgen María, es el único santo cuyo nacimiento terrenal (24 de junio) y muerte (29 de agosto) se celebran en la liturgia.

Juan nació cerca de Jerusalén, a principios del siglo I, y, según el Evangelio de San Lucas, era hijo del sacerdote Zacarías y de Isabel, de la familia de Aarón, prima de la Virgen María. Su nacimiento, al igual que el de Jesucristo (seis meses después), también fue el resultado de un milagro.

Poco se sabe de sus primeros años. Sin embargo, su educación estuvo influenciada por la vida en el templo y las enseñanzas religiosas.

De adulto, San Juan Bautista comenzó su vida de predicador en el desierto de Judea, recorrió la orilla occidental del Mar Muerto y caminó a lo largo del río Jordán, predicando palabras de arrepentimiento y transformación. Se dio a conocer por la práctica de la purificación mediante la inmersión en agua, es decir, el bautismo (de ahí el nombre de “bautista”).

Juan fue duro y severo en sus palabras. Acusó a los fariseos de hipócritas y también criticó la conducta del rey de Israel -Herodes Antipas- denunciando su vida adúltera.

San Juan Bautista fue detenido por orden del rey Herodes y llevado a una fortaleza en la actual Jordania. En la fiesta de cumpleaños de Herodes, la hija de su amante Herodías -Salomé- bailó en honor del rey. El rey, deslumbrado, le concedió todo lo que deseaba. A instancias de Herodes, Salomé pidió la cabeza de Juan el Bautista. Herodes aceptó y mandó decapitar a Juan el Bautista en la cárcel, entregándole su cabeza, según la leyenda, en una bandeja de plata.

Tradicionalmente, el martirio de San Juan Bautista se representa con su cabeza decapitada, colocada en una bandeja de plata tras su ejecución.

Es el patrón de los agraviados por su fe, de los presos y convictos, de los sastres, peleteros y marroquineros.